Frente al avance del dengue, expertos alertan sobre la resistencia de los mosquitos al uso indiscriminado de insecticidas, instando a las autoridades a reconsiderar las estrategias de control y prevención.
La propagación del Aedes aegypti, mosquito transmisor del dengue, preocupa a todo el país. Ante esta situación, diversas comunas y municipios han iniciado campañas de fumigación masiva. No obstante, estudios recientes advierten que esta práctica podría estar fomentando la resistencia de los mosquitos a los insecticidas.
Un estudio del Conicet del año pasado ya había señalado esta problemática, y ahora, una nueva investigación del Centro Nacional de Diagnóstico e Investigación en Endemo-Epidemias (Cendie), en colaboración con la Red Argentina de Vigilancia de la Resistencia a los Plaguicidas (Rarep), confirma y amplía estos hallazgos.
El Cendie alerta a los municipios sobre las consecuencias del uso indebido de insecticidas, que conduce a una mayor resistencia en los mosquitos. “Los insecticidas no deberían ser utilizados a gran escala porque los mosquitos también están expuestos a otros insecticidas, como los del agro, y hemos detectado grados de resistencia debido a varios factores. Se recomienda su aplicación solo durante brotes, no de manera preventiva”, explicó Mariana Manteca Acosta, directora del Cendie.
Aunque no se opone al uso de insecticidas, Manteca Acosta enfatiza la necesidad de estrategias integradas: "La fumigación es la opción más visible y más inmediata, pero es fugaz, y los huevos siguen en los lugares donde los depositó el mosquito, donde en una semana aparecerán las larvas”.
Es importante recordar que la mayoría de las especies de mosquitos no transmiten enfermedades a humanos. El comportamiento hematófago de las hembras, que se alimentan de sangre para el desarrollo de sus huevos, es esencial para la reproducción de la especie.
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