Se trata de aguará guazú que sorprendió a un trabajador de la zona rural de Angélica. Las imágenes fueron envíadas por un usuario a las redes sociales.
El aguará guazú es el mayor de los cánidos de América del Sur. Es considerado inofensivo para el humano y el ganado, pero la caza lo ha reducido a zonas aisladas. Se encuentra registrada en el listado de especies protegidas por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres.
Lo sorprendente es que el viernes pasado se pudo ver un ejemplar en Angélica. La persona que lo visualizó llegó a realizar un video alrededor de las 21, muy cerca de la estación Over. Al parecer el ejemplar parece estar en buen estado de salud.
Recordemos que es una especie categorizada en peligro de extinción y vulnerable y desde el Ministerio de Medio Ambiente se firmaron sendos convenios para realizar un seguimiento satelital a partir de la colocación de un collar.
Cabe recordar que es el segundo aguará guazú que se ve en la región en muy poco tiempo. A fines de noviembre del año pasado había visualizado otro animal de la misma especie en la localidad de Susana.
Sobre el animal
El aguará guazú no constituye riesgo para el humano o para el ganado doméstico; prefiere presas más pequeñas, y es excesivamente tímido para incursionar en estancias o poblados. Sin embargo, ha padecido extensamente la caza, motivada entre otras razones por la superstición que lo asimila al lobizón u hombre lobo. La transmisión de enfermedades exóticas lo ha mermado también considerablemente.
Es el más grande de los zorros sudamericanos. Su pelaje es más bien largo, de un hermoso color rojo, y en la nuca y la cruz tienen una especie de crin oscura.
Es omnívoro. Caza de manera oportunista ratas, armadillos, cuises, aves, otros pequeños vertebrados e insectos, complementando su dieta con frutos silvestres. La hembra atrae al macho mediante vocalizaciones.